viernes, 8 de noviembre de 2013

EL PAPEL DE LOS HOMBRES EN ENFERMERÍA, CONSECUENCIAS DE LA ESTEREOTIPACIÒN DE LAS PROFESIONES.



EL PAPEL DE LOS HOMBRES EN ENFERMERÍA, CONSECUENCIAS DE LA ESTEREOTIPACIÒN DE LAS PROFESIONES.


 Luis Alberto Alzate Peralta 1
Edna Johana Mondragón Sánchez 2

1 Enfermero, Especialista en Pedagogía de las Ciencias, Máster en Educación Médica; Docente de la UASSS Instituto Superior Tecnológico Bolivariano de Tecnología. Guayaquil – Ecuador.
2 Estudiante de Maestría en Ciencias en Enfermería. Facultad de Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (FE-BUAP). Puebla –México.

Resumen. Enfermería es la ciencia del cuidado humano cuya actividad actualmente llevan a cabo las enfermeras y los enfermeros, sin embargo en sus inicios había sido una labor especialmente desempeñada por la mujer y a los hombres se le delagaron las labores más rentables, de control, fuerza y dominio [1]. Pero en realidad en los inicios de enfermería sólo los hombres eran considerados lo suficientemente “puros” como para convertirse en enfermeros. Por lo anterior se decidió hacer esta revisión bibliográfica sobre el papel del hombre en enfermería durante la historia y el papel de esté en la actualidad.

Se habla, que la primera escuela de enfermería en el mundo se inició en la India alrededor de 250 años a.C.[2], en está sólo los hombres eran considerados lo suficientemente “puros” como para convertirse en enfermeros, estos hombres deberían ser: De buen comportamiento, caracterizado por la pureza; dotados de inteligencia y habilidad; expertos en todos los servicios que un paciente podrá exigir; expertos en baño y lavado del paciente así como en el masaje de las extremindades; expertos en limpieza de las camas y preparación del paciente[3]. Esta labor de los hombres también se asociaban a la labor mágico, religiosa y por otro lado, a lo militar, dadas las numerosas guerras y batallas a lo largo de la historia. Así, en cada peste que azotó a Europa, los hombres arriesgaron sus vidas para otorgar cuidados de enfermería, los cuales se encontraban implícitos y probablemente no eran reconocidos como tal.
     Por lo anterior en Europa se formaron grandes órdenes de enfermeros, todas ellas designadas con el nombre de Caballeros Hospitalarios, su propósito era ayudar a cuidar a los enfermos. Tres de estas órdenes de Enfermería sobresalen como las más famosas e importantes de la historia: los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, los Caballeros Teutónicos y los Caballeros de San Lázaro, por lo tanto se puede afirmar que el origen del cuidado de Enfermería ha sido por iniciativa de los hombres. Por lo anterior se puede concluir que la enfermería existía previa a Florence Nightingale, es decir la enfermería no profesional fue predominantemente masculina en sus inicios ejercida por un llamado divino, una necesidad o asociado a lo cultural.
     Sin embargo se reconoce la Enfermería como profesión, gracias a los aportes de Florence Nightingale (1820 -1910), quien es considerada “la pionera de la Enfermería moderna”, por esta razón la profesión para muchos, es considerada como una disciplina “solo para mujeres”, debido a que en su obra principal Notes on Nursing: What Nursing Is, What Nursing is Not [4], Florence hace gran énfasis en sugerir que para ser Enfermera es necesario tener una serie de cualidades como ser cuidadora, obediente, sumisa, bondadosa, expresiva, doméstica y delicada; características que definen a una madre por naturaleza y a una mujer de la época; por lo tanto pensar en un hombre con estas características cuando la categorización de la identidad social masculina se define por ser fuerte, viril, imponente, le descalifica para ser profesional de esta área de estudio.
     La Enfermería es una profesión liberal y una disciplina de carácter social cuyos sujetos de acción son la persona, la familia y la comunidad, con sus características socioculturales, sus necesidades y derechos, así como el ambiente físico y social que influye en la salud y el bienestar. Tiene como fin brindar cuidado integral al individuo y los colectivos en su entorno; ayudar a desarrollar al máximo los potenciales, para mantener prácticas de vida saludable que permitan salvaguardar un estado óptimo de salud en todas las etapas de la vida[5].
     La profesión de Enfermería tiene como encargo social el cuidado de la salud sin exclusiones de sexo, raza, ideología etc. Por tanto esta puede ser ejercida por cualquier persona cualificada para este encargo. En el marco de la legislación mundial no está estipulado que la profesión de Enfermería debe ser exclusivamente del género femenino, a pesar que tradicional e históricamente se ha concebido de esta manera, sin embargo existen instituciones asistenciales en diversos lugares del mundo que limitan el ingreso de profesionales hombres de Enfermería, ya que es considerado contraproducente para la imagen de calidad, mostrar hombres “haciendo cosas de mujeres”[6].
     Para un hombre se convierte en un verdadero reto ser enfermero a pesar de la historia, ya que como se había dicho anteriormente, la mayor parte de los trabajos están estereotipados como masculino – femenino, estadísticas de los Estados Unidos indican que de los 2,1 millones de personas que practican la enfermería sólo el 5,4% del total son hombres, también suponen que sólo el 13% de los nuevos estudiantes de enfermería son de género masculino[7]. Por lo anterior es muy común que cuando un hombre decide estudiar Enfermería se encuentra con una serie de interrogantes, como son: ¿Qué hace un hombre en la profesión de Enfermería?, ¿Por qué no estudiaste medicina? A las mujeres cuando les preguntan que si con ellas estudian hombres, la pregunta casi que obligada es: ¿son  homosexuales? se puede pensar entonces que el enfermero esta estigmatizado por gran parte de la sociedad, inclusive se puede llegar a ver esta problemática como un paradigma social.
     En el año 2004 [8] se realizó un estudio que tuvo como objetivo conocer las razones por las cuales los varones constituyen un porcentaje tan bajo del total de los profesionales de Enfermería, en esté se encontró que el 50% de los encuestados señaló que tenía dificultades en su puesto de trabajo en relación con el hecho de que la Enfermería ha sido tradicionalmente una profesión femenina. La mayor parte de los enfermeros encuestados (71%)  señaló también que sus colegas de sexo femenino contemplaban a los enfermeros de sexo masculino como “fuerza bruta”. Otro estudio publicado en la Rev. Nursing[9] en el 2006 muestra que el 71% de los enfermeros hombres encuestados dicen ser considerados “fuerza bruta” por sus colegas, mientras que un 49% dicen tener dificultades por pertenecer a una minoría, y un 48% manifiestan tener problemas de comunicación con sus compañeras mujeres y un 11% dicen tener problemas con las relaciones con los médicos.
     Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)[10] en el año 2010, donde se muestra como es la distribución por género en la profesión de Enfermería en el mundo, evidencio que las mujeres han sido las que han ocupado la mayoría de los puestos de trabajo del personal de Enfermería y siguen conservando una proporción importante del total, porque no ha variado notablemente la concepción de que Enfermería es una profesión para mujeres, en la india y en Malasia lo es en un 100% y en 15 de los 24 países que se han considerado sobrepasa el 80%, la principal excepción es la de Madagascar con el 58% del personal masculino, seguido por Benín y Mauricio con un 46 y 40% respectivamente, en contraste con esto en Estados Unidos y Canadá las mujeres son el 98% en el Reino Unido el 93% y en México el 90%. Por otra parte, la OIT en la Declaración de Filadelfia, hace mención sobre la igualdad de oportunidades como un problema de género y plantea que “todos los seres humanos cualquiera que sea su raza, religión o género, tiene derecho a buscar su bienestar material y su desarrollo espiritual en condiciones de libertad y dignidad, de seguridad económica y de igualdad de oportunidades” [11].
     En nuestra cultura es evidente la poca posesión del enfermero hombre en los espacios laborales asistenciales para muestra de ello el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE)[12], máximo ente rector de la profesión, descarta literalmente el género masculino al denominarse de esta manera; igualmente sucede con muchas de las asociaciones a nivel latinoamericano, como lo son: el Colegio Nacional de Enfermeras de México[13], El Colegio de Enfermeras de Chile[14], La Asociación Nacional de Enfermeras en Colombia (ANEC)[15] su razón social de inicio es excluyente con el género masculino, entre otras.
     La Enfermería es una profesión que tiene como misión cuidar la vida, es inherente a ella defender el derecho a la vida y respetar los derechos humanos. De acuerdo a esto se hace evidente que dentro del mismo gremio de profesionales se respeten dichos principios sin menospreciar las condiciones de género de quien proporcione el cuidado. En el contexto laboral los enfermeros se sienten excluidos e irrespetados debido principalmente a las creencias culturales en las que se entiende la Enfermería como una profesión de carácter femenino.
     La exclusión de género a su vez se convierte en una clase de violencia,  ya que esta afecta  el desarrollo personal y profesional del trabajador masculino, haciéndolo sentir en desigualdad dentro del gremio, pero este problema va más allá, cuando enfermeros colegas, manifiestan encontrar dificultades para conseguir empleo en algunas instituciones prestadoras de servicios de salud sobre todo en la parte asistencial hospitalaria.
     Esta situación no es muy diferente en el  contexto internacional, los enfermeros comúnmente se sienten señalados desde su misma formación, aquel que toma la decisión de estudiar Enfermería se ve enfrentado a innumerables rechazos y burlas que para quien no tiene una personalidad definida puede afectar su autoestima y por ende el desarrollo de su personalidad, teniendo en cuenta que entran a las universidades estudiantes cada vez más jóvenes.
     En la actualidad el problema ha tomado un gran interés evidenciado por el gran número de publicaciones en las diferentes bases de datos sobre todo en países de la Unión Europea y Norteamérica en donde la problemática se agrava debido a la escasez del recurso humano en Enfermería al respecto Meadas y Twomey (2007)[16] opinan que la solución a la escasez del recurso humano está en lograr que cada vez más hombres decidan ingresar a la profesión ya que socialmente es concebido el papel del trabajo como responsabilidad del hombre.
     La literatura nos muestra que los tiempos han cambiado y ya han pasado más de 150 años desde que Florence Nightingale, expusiera sus argumentos a favor del feminismo reprimido de aquella época, por lo tanto es de vital importancia resaltar que lo excelente e idóneo no se califica por su sexo, sino por el nivel intelectual y la calidad humana que posea, un enfermero(a) que brinde cuidados integrales, oportunos, eficientes y además que pueda ver al individuo holísticamente  como un ser Biopsicosocial, será un profesional con todos los méritos para desempeñarse en cualquier institución sin temores a ser rechazado o estigmatizado como homosexual, esta última considerada la primera barrera para que los jóvenes hombres decidan no estudiar esta profesión.
     Se concluye después de la revisión como los hombres en enfermería buscan ganar un espacio en una profesión tradicionalmente femenina, sin embargo hoy ya es más común ver en las aulas de clase, hombres con intereses de ser enfermeros y esto ha motivado para que cada vez más hombres ingresen a capacitarse y cambiar paradigma de la sociedad. Por tanto creemos, es necesario reunir las virtudes femeninas y masculinas, haciendo de estas un complemento para el desarrollo pleno de la profesión de enfermería, logrando así el reconocimiento, la eficiencia y la valoración que nuestros antepasados pretendieron y que nosotros debemos cosechar, ya que la enfermería más que ser desempeñada por hombres o mujeres, debe ser desempeñada por profesionales de enfermería, es decir enfermeros y enfermeras en su conjunto.

Referencias Bibliográficas 
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[1] Paredes, Valenzuela & Sanhueza. “Hombres en la Enfermería Profesional”. Enfermería Global. No. 18. Febrero 2010.
[2] Acevedo A, Marty P, Pacheco S. Clase Hombres en enfermería, Recinto Universitario
De Mayagüez disponible en http://www.slideshare.net/enfe3005/hombres-en-enfermeria
[3] Ibis
[4] Florence Nightingale. “Notes on Nursing: What Nursing Is, What Nursing is Not”. The First Edition. 1980. http://www.archive.org/stream/notesnursingwhat00nigh#page/n9/mode/2up. (Julio 31 de 2013)
[5] Ley 266. Reglamenta la Profesión de Enfermería en Colombia de 1996.
[6]  Dani Eveloff. (2009). Recruiting men into nursing school. Minority Nuerse, from http://nursingschools.com/resources/men-in-nursing 
[7] Ibis
[8] California Institute for Nursing and Healthcare, Coalition for Nursing Careers in California and in consultation with the American Assembly for Men in Nursing. “Men in Nursing Study”. http://aamn.org/docs/meninnursing2005survey.pdf. (31 de Julio de 2013).
[9] Rev. Nursing, abril de 2006, pp45.
[10] Organización Internacional del Trabajo (OIT)
[12] Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) http://www.icn.ch/es/
[13] Colegio Nacional de Enfermeras de México http://www.cnemex.org/Sitio/
[14] El Colegio de Enfermeras de Chile http://colegiodeenfermeras.cl/
[15] La Asociación Nacional de Enfermeras http://www.anec.org.co/
)